lunes, 14 de marzo de 2016

La manzana dorada

La historia se sitúa en los años 90’ en la ciudad de Oregón. Había una vez un científico llamado Marcos Pereira, vivía en un departamento frente a la plaza principal de la ciudad. Tenía 30 años y desde chiquito se interesaba en la ciencia, descubrir cosas nuevas. En su patio tenía muchas plantas, un día empezó a crecer una bastante peculiar, era violeta con pequeñas flores verdes. Él no había visto una planta similar.
Decidió ignorarla y seguir descubriendo y haciendo investigaciones. Después de 2 semanas la planta creció y Marcos se llevó una grata sorpresa  del árbol salían manzanas doradas. Marcos no sabía qué hacer con esa planta, si comentarla a sus amigos u ocultarla para su investigación. Tomo la segunda opción y la escondió para que nadie pudiera verla y profundizar sobre la investigación.
Pasaba días analizando el árbol y la fruta que daba. No encontraba nada extraño. Un día decidió darle un mordisco a una manzana, estaba nervioso.

Él estaba convencido que la manzana tenía algo extraño por lo cual decidió llevarse la manzana a la boca. Cerró los ojos, respiro profundo y le dio un mordisco.
Primero no pasaba nada, era todo normal, disfrutando de una manzana normal. Hasta que después de 5 minutos Marcos cayó desplomado sobre el piso de su casa.
Despertó en un lugar oscuro, frio. A los lejos, veía una silueta acercándose hacia su posición. Era algo extraño, se le notaba que tenía mucho pelo en las piernas.

-          ¿Quién eres? Gritó con toda su fuerza
Sin contestar siguió caminando hacia la posición de Marcos.
-         
      ¿Quién eres? Volvió a preguntar

Impresionado, empezó a ver a la persona que se le acercaba, quedó shockeado con la figura que vio. Era un hombre caballo.

-          ¿Qué eres? ¿Qué quieres hacerme?
-         
       Le contestó con una voz gruesa, tenebrosa ¿Por qué me robaste mi árbol?
-          Marcos se quedó sin palabras
-        
              Respóndeme le grito el hombre caballo
-          ¡No robé tu árbol! ¡Apareció en el patio de mi casa! ¡Lo juro!
-          No te creo absolutamente nada le dice.


Marcos recibió un golpe muy fuerte y se desmayó otra vez. Se despierta  con la alarma, todo fue un sueño. Un feo sueño. 




Audio del cuento: 






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